Desde que los viajes espaciales son una realidad, se han estado buscando fórmulas para conseguir viajar a una mayor velocidad. De esta forma, no tardaríamos demasiado tiempo en alcanzar los diferentes planetas que, por hoy en día, se nos antojan imposible.
Ya en el año 2003, en pleno apoteosis de la creación del “acelerador de partículas”; lo reconocido físicos Steven Howe y Gerald Jackson habían estado experimentando con un proyecto muy especial: se trataba de un sistema de propulsión en donde se utilizaba un elemento conocido como antimateria.
Lo único que se sabe de este material es que es lo mismo que la propia materia, pero tienen carga opuesta; si se juntan, se neutralizan y se consigue una gran energía,
La idea era crear una nave en donde se utilizaría 10 g de anti-hidrógeno que, si las cuentas no fallan, conseguiría que se pudiera llegar a alcanzar hasta un 10% de la velocidad de la luz.
No obstante, para que esto sea una realidad, tienen que logra solucionar el problema de cómo almacenar esta antimateria. De momento cuentan con un presupuesto de 100 millones de dólares para saber hacerlo.
Si todo sale como han previsto, de cara al 2030 esto podría ser una realidad.