En 2020, en plena pandemia global, mientras gran parte del mundo permanecía confinado por la crisis del Covid-19, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos desclasificó tres vídeos que confirmarían algo que durante décadas se negó, ridiculizó o simplemente se ignoró: la presencia de fenómenos aéreos no identificados sobrevolando nuestro espacio aéreo. Objetos que se mueven a velocidades imposibles, desafían la física conocida y desconciertan incluso a los pilotos militares más entrenados.
Lo sorprendente no es solo el contenido de los vídeos, sino el momento en que se publicaron. ¿Por qué ahora? ¿Qué sentido tiene que un organismo como el Pentágono confirme la existencia de OVNIs en medio de una pandemia? ¿Estamos ante una revelación oficial o una estrategia cuidadosamente medida?
📹 Los vídeos desclasificados: pruebas oficiales de fenómenos inexplicables
Los vídeos, grabados por cámaras infrarrojas instaladas en cazas F/A-18 Super Hornet de la Armada estadounidense, muestran objetos de origen desconocido realizando maniobras imposibles para cualquier aeronave humana conocida. En las grabaciones se escuchan también las voces de los pilotos, visiblemente impactados, preguntándose qué están viendo y cómo es posible que esos objetos se muevan a tal velocidad y sin emisiones visibles.
Uno de los vídeos más impactantes es el conocido como “Gimbal”, que muestra un objeto ovalado girando sobre su eje mientras se desplaza a gran velocidad sobre el océano Atlántico.
El Pentágono confirmó que estos vídeos son auténticos y provienen de misiones militares reales. Según el portavoz oficial, se publicaron “para aclarar malentendidos sobre si las imágenes eran reales o no”. Pero ¿qué hay detrás de esa supuesta transparencia?
🧠 ¿Por qué ahora? La pregunta que nadie responde
Desde que existen registros históricos, gobiernos de todo el mundo han ocultado, desmentido o tergiversado la información relacionada con OVNIs. La CIA, la NSA y el propio Pentágono han sido acusados de encubrir casos, ocultar tecnología recuperada o incluso silenciar a testigos.
Entonces… ¿por qué desclasificar estos vídeos justo en 2020, en pleno estado de alarma mundial? ¿Forma parte de una estrategia de revelación controlada? ¿O es simplemente una cortina de humo para desviar la atención de otras realidades?
Muchos investigadores creen que estamos asistiendo a un proceso gradual de preparación colectiva. Que la humanidad está siendo “acostumbrada” poco a poco a la idea de que no estamos solos… sin provocar el pánico que causaría una revelación abrupta.
🌍 2020: el año de los avistamientos
No es casualidad. Durante el año 2020 se registraron más avistamientos OVNI que en años anteriores. Desde Estados Unidos hasta Sudamérica, pasando por Europa, los cielos parecían más activos que nunca. ¿Se debía a la reducción del tráfico aéreo y la mayor observación del cielo por parte de la población confinada? ¿O realmente había más actividad?
La teoría de que algo se está gestando desde planos no humanos toma fuerza entre muchos investigadores y canales de información alternativa. Uno de ellos es José Luis Camacho, del canal Mundo Desconocido, quien analizó a fondo los vídeos desclasificados y compartió su visión en un informe audiovisual imperdible:
👁 Tecnología no humana… ¿o consciencia no humana?
Uno de los grandes errores ha sido interpretar los OVNIs como «naves». Esta perspectiva mecánica limita nuestra comprensión. ¿Y si lo que estamos viendo no son vehículos… sino expresiones de una inteligencia no humana que no necesita estructura física para manifestarse? ¿Y si están hechos de vibración, de geometría viva, de intención proyectada en el campo?
Los objetos de los vídeos no siguen las reglas de la inercia ni del combustible. No dejan rastros térmicos, no emiten señales electrónicas conocidas, no generan sonido. Se comportan más como presencias conscientes que como tecnología artificial.
❓¿Y tú qué piensas?
¿Crees que estamos solos en el universo? ¿Confías en que los gobiernos nos dicen toda la verdad? ¿O sientes, como muchos, que hay algo más allá que nos observa, nos acompaña… o incluso nos guía?
Te leemos en los comentarios.