Este postre fue creado por el insigne cocinero francés Auguste Escoffier, en honor de la cantante de ópera australiana Nellie Melba, a la que admiraba sin reservas. Corría el año 1892 (algunos dicen que era 1893) cuando el chef, que entonces estaba a cargo de la cocina del hotel Savoy de Londres, ideó este plato para ella. Se trata de melocotones cocidos y servidos sobre un lecho de helado de vainilla.