Unos científicos de la Universidad Navional de Taiwán han conseguido crear algo que parecía imposible: han cogido un cebolla y, a partir de ella, han generado un músculo artificial.
Lo mejor de todo es que esta se comporta perfectamente como un músculo: es capaz de contraerse y de expandirse dependiendo de la presión que se aplique sobre ella.
La forma en la que tuvieron la idea es de lo más curiosa: al parecer estaban intentando crear una estructura para poder estudiar la deformación de actuación de los músculos (averiguar cuanto se puede doblar o ejercitar un músculo cuando está en movimiento). Analizaron que elemento común podía tener unas propiedades similares y llegaron a la conclusión de que la cebolla era la mejor opción.
Además, también pensaron que las propiedades especiales de una cebolla crearían un músculo que les iba a ayudar a conseguir sus objetivos sin ningún tipo de problema.
Este alimento tiene un ácido que elimina la «hemicelulosa» (una protéina que hace que las paredes celulares se vuelvan muy rígidas).
Como os podéis imaginar, el resultado del experimento fue un éxito. Cuando se le aplicaba corriente, la cebolla se contraía y se expandía como un músculo normal.
¿Piensas que realmente es un invento innovador y práctico? Esperamos tus opiniones sobre este increíble tema.